El grado de descomposición que ha alcanzado la sociedad Venezolana refleja una inmensa crisis que va mucho más allá de los aspectos políticos o económicos, la infección que ha llegado hasta nuestros tuétanos amenaza con llevarse por delante cualquier intento por enderezar este torcido camino que hemos venido recorriendo impávidamente en los últimos años de gobiernos Adecos y Copeyanos, así como en este tiempo de esta gran estafa histórica en que se ha convertido esta revolución Chavista, lamentablemente la siempre nombrada viveza criolla ha dado paso a una actuación muy generalizada de desprecio y burla hacia quienes intentan lograr mejorar la calidad de vida de ellos y sus familias con valores de trabajo y honestidad, se premia la trampa y a los trepadores de oficio en grado superlativo, sin ser apocalípticos vivimos momentos estelares que requieren de ciudadanos dispuestos a tomar la responsabilidad de asumir los procesos de cambios desde su trinchera, llámese esta escuela, fabrica, barrio o urbanización sin espacio para el manguereo ni la indiferencia.
El fracaso estrepitoso de la actual gestión gubernamental es imposible de ocultar, las eternas excusas de que los culpables son el pasado, la oligarquía y el imperialismo yanqui son muestras cínicas de una actuación de burla constante hacia quienes reclamamos día tras día el cumplimiento de las promesas de bienestar y crecimiento que nos han hecho este Socialismo del Siglo XXI, hemos reconocido los avances y hechos puntuales en sectores de la sociedad como las misiones, no tenemos problema en reconocer que este gobierno inicio un proceso de inclusión social importante, a pesar de luego volverse adictos a practicar la exclusión política como norma, así como tampoco desconocemos progresos significativos en el área educacional, sin embargo cuado sometemos a un balance los logros alcanzados frente a los recursos manejados y a la infraestructura que se construyo durante los cuarenta años de democracia representativa el saldo final es de un rojo escandalosos y corrupto, no olvidemos que el actual régimen y sus representantes principales llegaron al poder con las banderas del progreso, la decencia y la participación real de todos, por lo tanto no es aceptable el argumento maniqueo de querer soslayar sus deberes con el recuerdo de los errores del pasado, precisamente fueron elegidos para iniciar cambios reales en la manera de hacer la política y la acción de gobierno y no esta historieta de ladronismo y muerte en lo que se han convertido.
Estoy de frente con los verdaderos liderazgos, probos y honorables, que surgen del trabajo duro, constante y solidario al lado de las comunidades en diferentes regiones del país, no creo transcendental revisar su preferencia ideológica, si esta dispuesto a luchar codo a codo por su tierra y colocar siempre los intereses de sus colectivos dentro de un plan global que vaya en verdad en beneficio de todos, no puede ser que se privilegia por mansedumbre o complicidad callar cuando se sabe que las cosas no van bien, para construir un futuro prospero se requiere guáramo, como decía mi camarada Ali, "Ö.no es tiempo de recular, para amanecer no hacen falta gallinas sino cantar de gallos.
jueves, 3 de diciembre de 2009
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