martes, 13 de abril de 2010

11 abril 2002-11 abril 2010




En ocasión del octavo aniversario de un acontecimiento histórico que ha ensangrentado el país, me parece aleccionador tratar de analizar lo sucedido entre el 11 y 13 de abril del 2002, pero no con el apasionamiento o con el espíritu de parte del momento, sino con la serenidad y con la cordura del “después” para que todo el mundo pueda tomar conciencia de lo que realmente ha pasado.

Aquel infausto 11 de abril, más de un millón de personas, gente de todas las clases sociales, representantes de la CTV y de Fedecámaras por primera vez juntos, estaban marchando en una extraordinaria manifestación democrática y pacífica hacia Miraflores exigiendo justicia, reclamando por sus derechos, pidiendo diálogo y rectificación en la forma de gobernar. Y en esa marcha democrática de protesta, perfectamente encuadrada en los canones de la Constitución, nunca ha habido planes de golpe de estado.

Simplemente se trataba de hacer entender al presidente Chávez que modificara su comportamiento autoritario. El gobierno se ha negado en reconocer la magnitud de ese movimiento de protesta al extremo de declarar que era una manifestación “insignificante” y que se trataba simplemente de una marcha de unos cuantos exaltados cuya única pretensión era la de desestabilizar el país. Sin embargo no fue así y el presidente Chávez, viéndose acorralado por esa multitud que lo único que reclamaba era recapacitación en las decisiones del gobierno, ordenó aplicar en contra de esa manifestación democrática y pacífica el “plan Avila” que consiste en reprimir los disturbios callejeros con el ejército.

Sin embargo y contraviniendo las instrucciones del Presidente, el alto mando militar se negó a obedecer a esa orden alegando que “el espíritu de las Fuerzas Armadas es el de defender las fronteras y no el de utilizar sus armas en contra del pueblo”.

No se activó entonces el “Plan Avila” pero sí se perpetró, por parte de unos pistoleros perfectamente identificados por las cámaras televisivas una masacre en proximidad del Puente Llaguno donde murieron más de veinte demostrantes inermes. A raíz de esa matanza, el Alto Mando militar pidió la renuncia de Chávez con esas palabras que pasaron a la historia: “En vista de los acontecimientos ocurridos en la tarde de hoy, el Alto mando militar procedió a solicitarle al Presidente de la República la renuncia......la cual aceptó!!! Acto seguido el alto mando militar puso sus cargos a la orden. Ahora bien, en ausencia del vice presidente de la República, del presidente de la Asamblea Nacional y del presidente del Tribunal Supremo de Justicia, se creó inevitablemente un “vacío de poder”. Me parece entonces importante aclarar que en contra de Chávez no hubo ningún golpe de estado. Ciertamente ha habido una enorme presión cívica pero democrática y pacífica, ciertamente ha habido un acto de desobediencia “debida” por parte de los militares los cuales luego procedieron a pedirle la renuncia al Presidente, ciertamente en fin se ha creado un vacío de poder que se ha llenado sin respetar el ordenamiento constitucional, pero no se puede hablar de “golpe de estado” un golpe de estado fue el que dio la Junta Militar el 24 de noviembre de 1948, golpe de estado fue el que dio Pérez Jiménez en 1952 falseando el responso de las urnas, golpes de estado en fin fue el que dio el Tn. Coronel Hugo Chávez Frías el 4 de febrero de 1992. Por favor no confundamos